proyecto e: Rodaje en Victoria (las estrellas frías)

EL PROYECTO DOCUMENTAL

Este proyecto documental pretende reconstruir una identidad a través de la construcción de un relato. Es decir, a través de la reconstrucción y recreación, intenta narrar la historia de una personalidad que, tras experimentar ciertos hechos excepcionales, se vuelve excepcional y controvertida. La afirmación de esa identidad genera un relato, no como prueba o refutación de alguna verdad inmutable, sino más bien como intento de expresar la perplejidad de un fenómeno de múltiples significaciones e implicancias.

Como película intenta reproducir el efecto de asombro y el posterior enigma que envuelve a cada uno de aquellos que escuchamos por primera vez esta pequeña historia: "Un no vidente de 54 años, oriundo de la ciudad de Rosario, dice haber sido raptado por "seres", y que estos, después de someterlo a un minucioso examen físico, lo abandonaron en la otra orilla del río Paraná".

Alrededor de este hecho extraño, entre dos ciudades: Rosario (el lugar de la cotidianidad) y Victoria (el lugar de lo excepcional, lo extraordinario, lo increíble), el relato del protagonista y los testimonios de aquellas personas que directa o indirectamente se relacionan con el fenómeno ovni o estuvieron implicados en el caso del no vidente abducido, se proyecta una trama diversa.

Este fenómeno, que no tiene un fundamento –o el que tiene es múltiple y dinámico, o en todo caso siempre incompleto y enigmático–, como extrañeza inefable, produce un despliegue de múltiples posibles significados, tantos como personas o relatos.

En este sentido, hay ciertas coordenadas históricas, ciertos hechos en los últimos 50 años que se relacionan con el fenómeno en general, y que de alguna manera sustentan una posición social singular del sujeto histórico que experimenta este tipo de eventos extraordinarios.

Piénsese en que hace sólo algunas décadas atrás el fenómeno ovni se daba exclusiva y especialmente en Estados Unidos, y que, con el tiempo, llegó a ser un rasgo más de su cultura, un tema y una actitud frente a él (una imagen dentro de un género), que exportaron al mundo a través de la literatura, el cine y la televisión.

En América Latina, las primeras noticias sobre el fenómeno no tuvieron la trascendencia que sí tuvieron en su momento –luego de la segunda guerra mundial– para la nación con aspiraciones imperiales lanzada hacia la era tecnológica. De hecho, no por nada, una de las hipótesis ufológicas más interesantes, que algunos investigadores le adjudican al fenómeno, es la del gran complot (entiéndase complot global) del Imperialismo colonizado en su cúpula por extraterrestres, o bien que, tras un pacto de oscuros intereses, ambos co-gobiernan superficialmente el mundo para conquistar el universo, o que el imperialismo es una consecuencia directa de la colonización extraterrestre.

El tema ovni es importado por nuestra cultura como lo extraño-foráneo, por lo menos hasta la aparición de la historieta de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López: "El Eternauta", en la que el fenómeno se sitúa en la cotidianidad argentina sin abandonar el sentido épico del tema.

Es conocido el giro político que tomó la saga en el momento de mayor conflictividad político-social.

Con la dictadura, las abducciones se transformaron en secuestros, las pruebas genéticas en torturas, el tiempo perdido, en historias de vidas desgarradas. La representación del fenómeno ovni en este contexto no tuvo lugar.

Con el advenimiento de la democracia, el fenómeno se instala ya como tema de divulgación más o menos popular. Se vuelve un hecho (o un relato de los hechos) no tan foráneo, y es frecuente que cada tanto emerja la noticia en la que alguien cuenta haber visto alguna luz en el cielo o tenido algún contacto con seres de otros mundos.

Las repercusiones culturales de este tipo de extraños sucesos, en el limen de lo pseudo científico, en tanto que lo tecnológico y lo biológico están implícitos en la articulación del fenómeno, y lo pseudo religioso, ya que está implícita aquí la dimensión mística inmanente al hombre en su búsqueda de trascendencia, tejen conjeturas, miedos y esperanzas.

En tanto que una manifestación "otra" de un fenómeno cultural propio de nuestra contemporaneidad, que viene en definitiva a constituir una imagen, una representación de las aspiraciones fantásticas del pequeño pobre demonio terrestre de alcanzar las estrellas –o que las estrellas lo alcancen por fin a él–, y, por otro lado, en el hecho de ser uno de los temas menos frecuentados por el cine argentino, encontramos las motivaciones que impulsan el desafío de ir tras la búsqueda, nosotros también, del extraño relato de una experiencia inefable.

7 PASOS DE UNA AVENTURA TRANSFORMADORA

Una lectura del libro "Los extraños" de F. Berlanda y J. Acevedo (Emecé 2000)

En los últimos 40 años ha aparecido un tipo de relato de estos raptos con características recurrentes. Los diversos relatos registrados poseen una invariable estabilidad y una unidad discursiva que les confiere particular extrañeza.

El fenómeno no es nuevo; culturas aborígenes como los antiguos habitantes del continente australiano, los Inuits del norte de Alaska, los indios de las estepas americanas y siberianas, algunos relatos del antiguo testamento y ciertos relatos folclóricos de la temprana y tardía Edad Media han contado esta historia de las más diversas maneras, en los más diversos estilos y en diferentes momentos históricos, y forman parte del universo mítico de la raza humana.

El fenómeno de abducción y los sucesos transpersonales están íntimamente ligados entre sí. La experiencia ovni y de abducciones son reales, sin embargo para Berlanda y Acevedo, cuyos campos son la psiquiatría y la psicología, no es el contenido manifiesto de las mismas donde hay que centrar el foco de atención, sino que el contenido latente es la materia fundamental de análisis. Los autores sostienen que los ufólogos no estudian ovnis (postulado imposible per se, dado que no tienen ovnis para estudiar), sino el discurso de aquellos que dicen haber visto ovnis. Producciones discursivas. En primera y última instancia el discurso es el único material objetivo que poseemos. Palabras

Las abducciones se relacionan con otro grupo de fenómenos, como las experiencias cercanas a la muerte, las apariciones marianas, las apariciones de Devas o elementales de la naturaleza, los estados visionarios, las crisis transpersonales, las apariciones angelicales, las teorías de la tensión tectónicas y, especialmente con los episodios de muerte y resurrección de las iniciaciones chamánicas.

Existen al menos dos factores de índole psiquiátrica y psicológica que parecen facilitar estas experiencias: la capacidad de ensimismamiento o absorción psicológica y la capacidad de disociación, no como proceso patológico, sino más bien como mecanismo que permite la percepción de valores alternos a los de la realidad ordinaria.

El perceptor, quien vivió la experiencia y hace de ella una narrativa, intentará ajustar el relato a aquello que haya leído, escuchado o visto y le sirva como marco de referencia para la experiencia que atravesó.

La dinámica de la narrativa de los relatos de ovnis y los de abducciones puede ser insertada en la categoría de las leyendas modernas, y emparentarlas con los mitos urbanos.

Los antecedentes históricos de este tipo de relato pueden rastrearse en el siglo XIX, en el caso de los ovnis, con las máquinas que surcaban los cielos de América del norte. En la temprana edad media, en el caso de las abducciones, con los relatos del buen pueblo, los duendes, las hadas. A principios del siglo XX, aparecen las naves aéreas fantasma, los cohetes fantasmas. Lo curioso es que los relatos se adaptan a la tecnología y a la época, mostrando una tendencia a la continuidad y a la adaptación.

En los informes de abducciones y ovnis, la tradición reemplaza lo propio de un evento histórico con elementos prefabricados que generalmente se reiteran. Una secuencia de eventos dramáticos de fuerte contenido real es suplantada por una ficción muy vívida. Pero estéticamente estereotipadas. La tradición opera como el mito, lo que varía son los lugares, los narradores, los testigos, los investigadores, creyentes y escépticos.

Las abducciones producen relatos sorprendentes. Largas y complejas narraciones repletas de motivos bizarros, con gran material para la modificación creativa.

En general responden a una estructura elaborada de 7 pasos:

Captura, Examen, Conferencia, Viaje, Teofanía, Retorno, Consecuencias.

Presentan una fuerte elaboración y una gama precisa de detalles. Uno de los pocos detalles que parece responder a la dinámica típica de la narración tradicional es la aparición de variantes locales.

Lo rígido de los informes de abducción contrasta con lo flexible y creativo de las leyendas urbanas. La variación y no la repetición es la norma. Estructura integrada. Un patrón simple y sencillo que responde a una lógica dramática. Un modo o manera dramática persuasiva. Lo recurrente del relato parece reflejar la manera correcta de contar la historia, patrón intuido para exponerla de manera dramática. La estabilidad ilusoria podría explicarse a través de la influencia externa de la narración, ejercida por los investigadores y los medios de comunicación.

El síndrome de abducción pude pensarse como modelo de los modernos mitos urbanos y signos de trascendencia.

Tipo de relato que parece reproducirse de manera prácticamente idéntica en cada una de sus partes estructurales. Cada uno de los constituyentes posee una marcada connotación de elementos persistentes encontrados en diferentes culturas a lo largo de la historia evolutiva del hombre y sus sociedades pero que, a diferencia de sus pares, parecen presentarse con un sustrato único de denotación universal.

Los nuevos ancestros vienen de las estrellas, bajan del cielo para raptar hombres con una morfología que los identifica y que revela un fuerte contenido mítico.

Remozado, el ancestral vuelo chamánico nos muestra la unión con lo divino, nos coloca en el centro del misterio y desde allí trastoca nuestros conceptos de realidad.

El shock ontológico de estas experiencias es sobrellevado de diferentes maneras por quienes las viven –de la beatitud al horror–, pero una vez integradas, siempre resultan transformadoras. Narraciones migratorias que cuentan el encuentro del ser humano con una dimensión sobrenatural. Donde antiguamente reinaban los espíritus y las fuerzas de la naturaleza, hoy reinan los ovnis y los poderes desconocidos.

La experiencia de abducción reúne el recuerdo del arcano con la más pura realidad.

Dramáticos eventos producidos por la mente humana durante estados alterados de conciencia. La representación de los grises, esos personajes antropomorfos, mezcla de calavera y feto humano, encarnarían el símbolo de la inteligencia inconsciente.

OXIMORON: CINE

Rodaje en Victoria (las estrellas frías)

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